¿Qué significa la Radioafición? ¿Qué significa ser radioaficionado? ¿Qué imágenes se dibujan en tu mente cuando oyes estas palabras? ¿Piensas en el código Morse, en la experimentación con equipos de radio, o en las noticias sobre radioaficionados que envían mensajes tras algún desastre natural como los terremotos? Bien, en principio los radioaficionados se ocupan de todas estas cosas por simple afición. Su denominación reglamentaria oficial es la de Servicio de Aficionados, cuya definición por la UIT desde hace varios años es la siguiente: "Servicio de radiocomunicación que tiene por objeto la instrucción individual, la intercomunicación y los estudios técnicos, efectuados por aficionados, esto es, por personas debidamente autorizadas que se interesan en la radiotecnia con carácter exclusivamente personal y sin fines de lucro". Comunicación y experimentación: estas son las finalidades de la radio afición y las motivaciones por las que gentes de todos los niveles sociales se hacen radioaficionados. Jóvenes y mayores, juntos disfrutan de la emoción de encontrar e intercambiar ideas con personas de todo el mundo. Es casi imposible describir en palabras, la excitación que supone la construcción de un equipo o la consecución de un nuevo circuito y luego conseguir que se comporte como debe para incorporarlo como un perfeccionamiento más a la estación.
En estas pocas palabras se comprende todo el fundamento del servicio de radioaficionados. Además, la Resolución nº 640 de las mismas Radio Regulations reconoce que: «dada su amplia distribución y su demostrada capacidad, las estaciones del Servicio de Radioaficionado se podrán utilizar como asistencia a las necesidades perentorias de las comunicaciones»... «respecto a las operaciones de auxilio en las catástrofes nacionales e internacionales». Los radioaficionados siempre se han destacado por su habilidad para desarrollar
comunicaciones de emergencia y de salvaguarda de la vida humana. Las redes de comunicaciones normales (incluido Internet) casi siempre se interrumpen durante los huracanes, terremotos, tornados, accidentes aéreos y demás desastres. El Servicio de Radioaficionado suele ser el único que prevalece como medio disponible para conectar el mundo exterior con el lugar afectado. Tanto la Cruz Roja como otras entidades de protección civil confían plenamente en los servicios voluntarios de los radioaficionados. El Artículo I de los Estatutos de la International Amateur Radio Unión (IARU) establece cuanto sigue a continuación como sus propósitos y los del Servicio de Radioaficionado: La radio afición es un medio de enseñanza técnica para la juventud. Realiza investigaciones técnicas y científicas en el campo de las radiocomunicaciones. Proporciona auxilios en los casos de desastres naturales. Contribuye a las buenas relaciones y a la amistad internacional. La radio afición constituye un valioso recurso nacional, especialmente en los países en vías de desarrollo.
AYUDAMOS CUANDO ES NECESARIO
Ya es una tradición que los radioaficionados sirvan a su país siempre que es necesario. Cuando ocurren desastres nacionales, los radioaficionados siempre están dispuestos a prestar ayuda con su tecnología y habilidad personal. Si los canales normales de las comunicaciones se ven interrumpidos por alguna catástrofe, los radioaficionados aportan un sistema de comunicaciones de emergencia con las zonas afectadas. Asimismo colaboran desinteresadamente en la ayuda y salvamento de barcos en peligro, en la organización del suministro de medicinas allí donde haga falta, como tras un terremoto, por ejemplo, en procurar las comunicaciones durante y después de los huracanes, tifones y riadas. Todo radioaficionado es consciente de su deber y responsabilidad de aportar las comunicaciones de emergencia ante cualquier desastre que las haga necesarias y para estar bien preparado suele realizar ejercicios de entrenamiento.
Terremotos e inundaciones: los radioaficionados están allí. En septiembre de 1985, un tremendo terremoto hizo estremecer a la ciudad de México y dos días después se produjo otra sacudida más pequeña, pero no menos terrorífica. Amigos, parientes e interesados temían por las personas del área afectada. Todos ellos buscaban noticias sobre la situación en la ciudad de México. ¿Por qué razón acudieron a los radioaficionados en demanda de ayuda? Históricamente los radioaficionados siempre han prestado su esfuerzo desinteresado para conseguir la información vital desde y para las zonas afectadas por un desastre. El terremoto de Méjico de 1985 destruyó todos los medios de comunicación, especialmente con las zonas rurales, y la radio afición fue la única vía por la que las noticias del desastre pudieron llegar al resto del mundo. Cientos de radioaficionados pasaron días y noches en vela frente a sus aparatos indagando noticias de personas y de las condiciones de supervivencia en las zonas más afectadas. Sólo descansaron y volvieron a sus tareas habituales cuando se hubieron establecido las comunicaciones regulares. Los radioaficionados siempre están dispuestos a prestar servicio en caso de necesidad, aunque el desastre ocurra al otro lado del mundo. No hay distancias para la radio afición. Recordemos el fuerte terremoto que asoló Italia en 1980. Los radioaficionados de Estados Unidos de América pasaron días enteros frente a sus estaciones recibiendo y transmitiendo información acerca del desastre y de los afectados. Las estaciones de radioaficionados norteamericanas e italianas retransmitieron miles de mensajes a familiares y allegados. Quienes se vieron en el trance de tener algún familiar, pariente o amigo en la zona siniestrada acudieron esperanzados a los radioaficionados para indagar noticias acerca de la supervivencia y la salud de sus allegados.
Echar una mano...
La radio afición no pone barreras a los minusválidos. Gente que no pueden andar, ver o hablar obtienen su licencia de radioaficionado por medio de exámenes especiales y consiguen comunicarse con sus amistades locales o de cualquier parte del mundo a través de su propia estación de radio dotada de los medios necesarios para permitirles su manejo. La mayoría de los radioclubes locales se ofrecen a dar clases a cualquier minusválido que lo requiera y a concienciarle de las posibilidades que le ofrece la radio afición. Prácticamente todas las administraciones del mundo facilitan exámenes especialmente preparados para los minusválidos.
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