El fenómeno, que ocurró a las 15.45 (hora de Japón), provocó la muerte de 30 personas, al menos, y un número indeterminado de heridos y desaparecidos, por lo que el balance podría ser más grave, indicaron los medios. En la capital, unos cuatro millones de habitantes se quedaron sn electricidad y las zonas del puerto resultaron inundadas.
El sismo -que duró aproximadamente un minuto- se produjo a 24 kilómetros de profundidad, a una centena de kilómetros de las costas de la prefectura de Miyagi y a 380 kilómetros al norte de Tokio, y fue seguido de violentas réplicas, según datos del Instituto de Geofísica de Estados Unidos. Fue catalogado por el Gobierno de Japón como el peor en la historia del país.
En Tokio, los edificios temblaron durante dos minutos y la mayoría de los habitantes se precipitaron a las calles, mientras se desencadenaban una decena de incendios. En la provincia de Iwate se derrumbaron filas enteras de casas, al tiempo que seguía incontrolable el gigantesco incendio que se declaró en una refinería de la ciudad de Chiba, al norte de Tokio, y que fue seguido por fuertes explosiones. De acuerdo con datos oficiales, hay 50 lugares en donde las llamas tomaron viviendas y edificios.
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